jueves, 9 de agosto de 2012

Recuerdo cuando lloraba desconsolada porque mi madre me reñía y me castigaba quitandome aquellas muñecas que tanto adoraba. Recuerdo cuando con el tiempo ya no me interesaban tanto las muñecas pero aún así una charla con mi madre significaba acabar llorando, aquí estoy pensando en ¿por qué cambio pero sigo llorando? La respuesta es fácil, ya no quiero jugar a las muñecas, ni me da miedo mi madre solo que algunas veces desahogarme no viene tan mal.. por ahora lo que voy hacer es quitarme estás lagrimas que están en mis mejillas, voy a mirar al frente y con una leve sonrisa diré que todos los que han deseado verme mal se van a tener que joder porque he vuelto sí, ha vuelto aquella Sandra Enríquez que con una sonrisa se comía el mundo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario