domingo, 2 de octubre de 2011

Todo comenzó una simple mañana, ella se levantó feliz ya que por la noche su amor le pidió que quedarán para ir a dar una vuelta por la playa. Entonces ella avergonzada acepto y le falto tiempo para contarse-lo a su amiga. Pensaba que todo era un sueño, un sueño de hadas. Ese día no sabía ni donde meterse de lo feliz que era. Su amiga fue a su casa por la tarde y ella era feliz, su amiga no se lo podía creer y le dijo que tuviera cuidado ya que no se podía fiar muy bien de aquel chico. Pero ella estaba ciega solo lo veía a él. Cuando llego la noche se marcharon para estar allí con todas sus amigas, para pasar un buen rato. Se acerco la hora de que cenicienta se marchará al baile. La amiga la acompaño como si fuera su hija, le dijo que tuviera cuidado que a la mínima la avisará. Ella no escuchaba solo observaba si aquel "príncipe azul" llegaba o no. Llego la hora se marcho a aquel baile en la playa a oscuras. Todo comenzó con dulces besos y caricias, viendo las estrellas se podría decir que estaba en una nube esponjosa donde no podía caerse. Su príncipe azul comenzó a sobrepasarse, ella era tan tonta que se dejaba... CENICIENTA DESPIERTA, NO TE DEJES. Pero ella no escuchaba a sus pensamientos, solo se dejaba guiar por su corazón. Esa noche para ella fue maravillosa cuando volvió con sus amigas era no sé como decirlo, tenía una sonrisa radiante. Esa noche ella durmió como si fuera una princesa que duerme en los brazos de su príncipe, pero entonces al día siguiente ocurrió lo peor. Aquel cuento de hadas termina, sí termina de una forma horrenda como si de un cuento de terror se tratase. Ella llora, llora desconsoladamente aquellos brazos de su príncipe se desvanecieron para siempre.
Entonces aquella amiga que era como su madre, su defensora, su mano derecha, sus ojos... hablo con ese querido príncipe azul, le dijo todo lo que tenía que hablar le dejo las cosas claras. El puto príncipe decía que lo sentía, pero no se daba cuenta que con un LO SIENTO no se soluciona todo, el daño ya estaba hecho y ¿quién lo cura? pues sus amigas, porque ese príncipe no puede curar nada, solo puede destruir. Así que cenicienta deja de creer en los príncipes azules y en cuento de hadas, todo son historias infantiles que hacen que nosotras las princesitas nos ilusionemos con cualquier chico que venga. SE FELIZ AMOR (L)

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